Septiembre
3, 2013
Los errores y falsas creencias
sobre el Neuromarketing
El neuromarketing, es una ciencia que comenzó a
emplearse en 2002, quizá con demasiada ligereza, llegando a banalizarse su
origen inicial y el objetivo de sus investigaciones.
La ciencia no es capaz de avanzar al ritmo
frenético que impone el marketing
La ciencia se basa en una rigurosa observación,
donde los resultados suponen pequeños avances, que no necesariamente son
generalizables. El marketing necesita respuestas concretas, de inmediata
aplicación, y claves que le garanticen un aumento en las ventas.
Ello no implica que las neurociencias no hayan
obtenido conclusiones realmente útiles y eficaces.
El neuromarketing no es capaz de manipular la mente
El fin del neuromarketing no es manipular la mente,
sino interpretarla, conocer las respuestas del cerebro humano, qué
estímulos afectan y cómo.
Esta ciencia va más allá del escáner cerebral
y la resonancia magnética
Los avances tecnológicos han permitido
introducir nuevos recursos para evolucionar en esta área. Esta nueva tecnología
es capaz de hacer un seguimiento ocular con mayor precisión que los métodos
utilizados hasta ahora. Otro avance reside en el análisis predictivo, que
permite saber con gran precisión como los usuarios ven la web, gracias al uso
de modelos neurocientíficos.
Gran parte de la información publicada sobre el
funcionamiento del cerebro no es cierta
El neuromarketing no es una ciencia exacta. El
comportamiento humano no se basa en reacciones concretas a estímulos
concretos; no somos maquinas, que actuamos igual frente a la misma
situación, sino humanos.
Una respuesta positiva no necesariamente deriva en
un comportamiento de compra. Nos puede gustar un anuncio, pero no tenemos por
qué comprar el producto.
No es neuromarketing todo lo que dice serlo
Conviene mirar con lupa antes de decidirse a
contratar servicios basados en neuromarketing profesional.
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